Cuando la vida va "sobre ruedas"
Ser feriante o no es cuestión de ADN o necesidad. Ellos, los feriantes de toda la vida, no conciben su vida sin la Feria. Horarios intempestivos de trabajo,la inexistencia de días festivos, criar a tus hijos lejos del seno familiar y la vida en una caravana, es parte de lo que tienen que padecer los feriantes para ganarse la vida de una forma digna. Sólo están dispuestos a sacrificar todos estas cosas, que se me ocurren en el momento, los que lo llevan en la sangre o aquellos que necesitan ganar dinero. Las caravanas se han convertido en el elemento básico y fundamental en la vida de estos nómadas del SXXI. En ferias como Sevilla o Málaga, en la que se concentran cientos de feriantes, el parque móvil es impresionante. Como en todos los lugares, en la Feria, también hay clases y eso se ve en el terreno en el que aparcan sus viviendas móviles.
Las caravanas 5 estrellas
Los más acaudalados pasan sus días en caravanas de este tipo. Lugares en los que "su casa" está puesta a capricho y no falta nada. Calefacción, aire acondicionado, ducha con hidromasaje y muebles de diseño.

Un lugar, que se les hace difícil de olvidar, cuando regresan a sus verdaderas casas; esas que están hechas de hormigón. "Como nos pasamos prácticamente todo el año metido aquí, cuando nos vamos a vivir a nuestra casa, no nos terminamos de adaptar", comenta Rebeca Fernández.
Pero no todo el mundo tiene la misma suerte y tiene que adaptar su vida a 7 metros, no obstante y pese a las dimensiones, este tipo de vehículo-hogar ofrecen confort y seguridad.
Una vida la de los feriantes, que pese a no ir "sobre ruedas" no pueden desprenderse de ellas.
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